Koenigsegg se ha convertido una vez más en el rey de la colina en Laguna Seca, recuperando el récord de autos de producción con su alucinante sucesor del Jesko Absolut, el Sadair’s Spear. Este hipercoche no es sólo una obra maestra; Fue diseñado específicamente para arrasar con los tiempos de vuelta, con una construcción liviana, una aerodinámica radical y la asombrosa potencia de 1,300 caballos de fuerza de su motor V8 biturbo.
¿El truco? No fue una victoria limpia. El triunfo de Koenigsegg llegó en medio de limitaciones inusuales impuestas por la compleja relación de Laguna Seca con la comunidad circundante. La pista, una querida institución de California, está enredada en disputas constantes con los residentes cercanos que han presionado con éxito para que se restrinjan el ruido. Esto significó que Koenigsegg tuvo que modificar significativamente la lanza del Sadair a su llegada, colocando un enorme silenciador que sofocó gran parte de su rugiente para cumplir con el límite de 90 decibeles.
Un alto precio por la armonía
Este silenciador de alta resistencia no era sólo una monstruosidad estética: agregaba un peso significativo a la máquina ya meticulosamente diseñada e incluso introducía un efecto péndulo indeseable debido a su incómoda ubicación. Para colmo de males, Koenigsegg llegó con un solo juego de ruedas de aluminio; Las ruedas de fibra de carbono más ligeras, estándar en los modelos de clientes, no estaban disponibles. Esta penalización de peso no suspendido obstaculizó aún más el rendimiento del coche.
A pesar de estos importantes obstáculos, el Spear de Sadair logró un impresionante tiempo de vuelta de 1:24.16, verificado por Racelogic. Este logro lo sitúa más de medio segundo por delante del poseedor del récord del año pasado, el Czinger 21C, y lo sitúa firmemente en lo más alto de la clasificación de coches de producción. ¿La advertencia? Eso no borra el hecho de que otros vehículos han rodado Laguna Seca aún más rápido. En particular, el McMurtry Spéirling, aunque no es un coche de producción homologado, registró un sorprendente tiempo de 1:18:413.
Por ahora, Koenigsegg ostenta el título, mostrando tanto su destreza como hiperautomóvil como las complejas realidades de la conducción de alto rendimiento en un mundo cada vez más sensible a la contaminación acústica. El récord del Spear de Sadair ofrece una mirada convincente a cómo incluso la ingeniería más extrema puede verse obstaculizada por factores externos y plantea interrogantes sobre dónde se trazará finalmente la línea entre las aspiraciones de rendimiento y las preocupaciones de la comunidad.

































