El atractivo de un automóvil de lujo usado a menudo conlleva un costo oculto: reparaciones impredecibles y servicio inconsistente del concesionario. Un propietario de un Porsche Cayenne aprendió esto recientemente de la manera más difícil, enfrentándose a una asombrosa factura de reparación de 37.000 dólares que finalmente se redujo a sólo 3.000 dólares después de una agotadora disputa. Este caso resalta una realidad crítica para los propietarios de vehículos de lujo: las garantías extendidas y la verificación independiente son esenciales.
El problema inicial y los costos crecientes
El propietario de un Porsche Cayenne S 2019 compró el vehículo por 90.000 dólares. Poco después de que expirara la garantía de su vehículo usado certificado (CPO), se encendió una luz de verificación del motor, lo que provocó lo que parecía ser una fuga menor de refrigerante. La reparación inicial en un concesionario (Concesionario n.º 1) implicó el reemplazo de una bomba de agua, un termostato y una válvula, parcialmente cubierta por el crédito de buena voluntad de Porsche por mano de obra.
Sin embargo, un año después, la luz reapareció. Un segundo concesionario (Distribuidor #2) luego emitió una cotización de $37,000, incluyendo $19,000 por dos turbos nuevos y otros $8,800 por el reemplazo de una bomba de agua, nuevamente. Este precio exorbitante llevó al propietario a buscar un ajuste de fondo de comercio a través de Porsche Cars North America (PCNA).
Una falla en la comunicación y discrepancias ocultas
El concesionario número 2 afirmó que PCNA rechazó la solicitud, pero el propietario descubrió que la empresa Porsche no tenía constancia de ello. Después de comunicarse de forma independiente con PCNA, la solicitud fue denegada oficialmente y se citó el aporte del director ejecutivo como parte de la decisión. Luego, el propietario señaló que la bomba de agua aún debería estar en garantía.
Esto llevó a una revelación impactante: el distribuidor número 1 nunca había reemplazado la bomba de agua durante la reparación inicial. La factura carecía del número de pieza correspondiente, lo que significaba que al propietario se le estaba facturando un servicio que nunca se realizó.
Negociación y Resolución
Mientras se investigaba esta discrepancia, el concesionario n.° 2 ya había completado trabajos de mantenimiento por un valor de $3,150 sin el consentimiento del propietario. Después de la negociación, la factura se resolvió en $1,100. Al final, el concesionario n.º 1 acordó reemplazar sólo un turbo defectuoso y el concesionario n.º 2 confirmó que la bomba de agua no tenía fugas. El costo total, incluido el remolque y las reparaciones, ascendió a $5,100, una reducción de $34,000 con respecto a la cotización inicial.
Conclusiones clave para propietarios de vehículos de lujo
Esta experiencia subraya varios puntos críticos: las garantías extendidas son cruciales, especialmente para vehículos de alta gama propensos a reparaciones costosas. Siempre obtenga una segunda opinión de otro concesionario o de un mecánico independiente. Y, por último, los concesionarios Porsche operan como franquicias, con distintos niveles de integridad y servicio al cliente. El PCNA, aunque cortés, ofreció poca ayuda más allá de reconocer la situación.
El propietario casi vendió el vehículo por 23.000 dólares en lugar de pagar la cotización original. Al luchar contra el proyecto de ley y exigir transparencia, ahorraron más de $34,000 y mantuvieron su SUV de $90,000 en la carretera.
