Durante años, los supercondensadores, también conocidos como ultracondensadores, han permanecido en la periferia de la tecnología de los vehículos eléctricos. Si bien conceptualmente son simples, su uso en producción ha sido limitado, con ejemplos como el Lamborghini Sián que muestran su potencial. Sin embargo, una empresa con sede en Basingstoke, Allotrope Energy, cree que ha desarrollado un gran avance que finalmente podría llevar los supercondensadores a la corriente principal, particularmente para vehículos híbridos.
¿Qué son los supercondensadores y por qué no se han adoptado ampliamente?
Los supercondensadores son dispositivos de almacenamiento eléctrico que se encuentran en casi todos los productos electrónicos. Al igual que las baterías, almacenan y liberan electricidad. Sin embargo, existen diferencias clave. Los supercondensadores constan de dos electrodos separados por una capa aislante. Cuando se conecta a un voltaje, se acumula una carga eléctrica en estas placas. Lo más importante es que, a diferencia de las baterías, no se produce ninguna reacción química durante la carga o descarga, lo que permite que los supercondensadores se carguen y descarguen mucho más rápido.
Históricamente, el principal inconveniente de los supercondensadores ha sido su baja densidad de energía. Las baterías pueden almacenar grandes cantidades de energía durante períodos prolongados, mientras que los supercondensadores liberan su carga con relativa rapidez cuando se conectan a una carga eléctrica, como un motor. Esta diferencia ha llevado a que las baterías dominen el mercado de vehículos eléctricos y híbridos.
El avance de la energía alótropa: supercondensadores de lignavoltios
Allotrope Energy afirma haber superado esta limitación con sus nuevos supercondensadores Lignavolt. Estos dispositivos cuentan con una densidad de energía de 4-15 Wh/kg, significativamente mayor que los 7-8 Wh/kg que se encuentran en la tecnología de supercondensadores existente. Además, se dice que su producción cuesta una fracción del costo. El secreto detrás de este avance radica en el uso de material Lignavolt, una sustancia producida de manera sostenible derivada de la lignina, un producto de desecho de la industria del papel.
El potencial de los vehículos híbridos
La aplicación potencial de esta tecnología es particularmente interesante para los vehículos híbridos. Estos coches combinan un motor de combustión interna (ICE) para autonomía con un motor eléctrico y una batería o supercondensador para capturar y reutilizar energía mediante el frenado regenerativo, que es el proceso de convertir la energía cinética del coche en electricidad durante la desaceleración.
Los primeros ejemplos de uso de supercondensadores en tecnología híbrida se remontan a más de dos décadas: el vehículo de pila de combustible FCX de Honda utilizaba supercondensadores para almacenar la energía obtenida de su sistema de pila de combustible y del frenado regenerativo. Sin embargo, las inversiones masivas en tecnología de baterías para vehículos eléctricos de alto voltaje, vehículos híbridos suaves de 48 V y otras aplicaciones han eclipsado a los supercondensadores.
Allotrope sostiene que capturar el 100% de la energía de frenado regenerativo, incluso durante un frenado moderado, requeriría una batería de iones de litio costosa y de gran tamaño que no resulta práctico. Por el contrario, su supercondensador de 1 kg podría proporcionar 75 caballos de fuerza, una cifra 50 veces mayor que la de una batería de iones de litio equivalente.
Un motor más pequeño, menores emisiones
La compañía imagina un futuro en el que una mayor parte de la aceleración de un sistema de propulsión híbrido provenga del motor eléctrico, impulsado por el supercondensador. Esto permitiría a los fabricantes reducir el tamaño del motor de combustión interna, lo que en última instancia conduciría a menores emisiones y un menor consumo de combustible. Las implicaciones para la eficiencia de los vehículos híbridos y el impacto ambiental podrían ser significativas.
En conclusión, los supercondensadores Lignavolt de Allotrope Energy representan un avance prometedor en el almacenamiento eléctrico. Su densidad de energía mejorada, su rentabilidad y sus métodos de producción sostenible los posicionan como un potencial revolucionario, particularmente para los vehículos híbridos que buscan optimizar el frenado regenerativo y mejorar la eficiencia general. Esta pequeña caja de Basingstoke bien podría estar en camino de remodelar el futuro de la tecnología híbrida.

































