El panorama automovilístico está cambiando y, con él, están disminuyendo las opciones para los compradores que buscan pequeños hatchbacks asequibles y propulsados por gasolina. Sin embargo, un nuevo modelo prometedor, el próximo Mazda 2, podría inyectar nueva vida a este segmento. El concept car, denominado Vision-X-Compact, presenta un diseño limpio y elegante y una emocionante línea roja de 7.700 rpm, lo que sugiere una oferta atractiva para aquellos que han estado hambrientos de modelos nuevos.
El campo cada vez más reducido de los superminis de gasolina
El declive de los supermini de gasolina es una consecuencia directa de tendencias más amplias de la industria. Los actores clave están saliendo del mercado o haciendo la transición a la energía eléctrica. Ford descontinuó el popular Fiesta, mientras que Kia eliminó el Rio y Audi está descontinuando su A1. Esto deja menos opciones para los consumidores que buscan un vehículo pequeño, asequible y con propulsión tradicional.
¿Por qué se están retirando los fabricantes?
El director ejecutivo de Ford, Jim Farley, destacó recientemente los desafíos que implica tener éxito en el negocio de los “coches B” (supermini). Afirmó que requiere un apoyo gubernamental sustancial o una escala global grande. El centro del mercado de estos vehículos no es Europa, sino América del Sur, África y Medio Oriente, donde los costos de producción son significativamente más bajos. Ford, como muchos fabricantes, descubrió que la inversión en superminis simplemente no podía generar un retorno suficiente en comparación con otros mercados.
Obtener ganancias con los superminis ha sido durante mucho tiempo notoriamente difícil, incluso antes de la era actual de inflación galopante de costos.
La presión sobre los fabricantes se ve agravada por los crecientes costos regulatorios. Renault estima que las normas europeas de seguridad y emisiones han aumentado el precio de un nuevo Clio en un asombroso 40% en los últimos 15 años. Si bien un nuevo Clio híbrido de gasolina está en camino, no estará disponible en el Reino Unido hasta 2027.
El impacto de la transición eléctrica
El rápido cambio de la industria hacia los vehículos eléctricos ha reducido aún más la disponibilidad de superminis de combustión. Las decisiones de ingeniería tomadas hace unos tres años dieron prioridad al desarrollo de vehículos eléctricos, lo que dio lugar a que algunos modelos populares se ofrecieran únicamente en forma eléctrica. El Vauxhall Corsa de Opel y su homólogo Peugeot 208, construidos sobre la misma plataforma, son ejemplos de esta tendencia. Como resultado, los modelos existentes recibirán actualizaciones y permanecerán a la venta junto con los nuevos vehículos eléctricos.
Ampliación de la vida útil de los modelos existentes
El Grupo Volkswagen está adoptando una estrategia para extender la vida útil de sus superminis existentes (SEAT Ibiza, Volkswagen Polo y Skoda Fabia) para evitar eliminarlos por completo. El jefe de Skoda, Klaus Zellmer, explicó que si bien el plan era presentar el Epiq eléctrico en 2027, el cambio no se ha materializado como se esperaba. La vida útil extendida permite a los fabricantes retrasar costosas reingenierías y continuar sirviendo a los clientes que prefieren sistemas de propulsión tradicionales.
El potencial de Mazda para llenar el vacío
El actual Mazda 2 comparte sus bases con el Toyota Yaris y se ofrece exclusivamente como híbrido. Sin embargo, el concepto Vision-X-Compact ofrece un diseño mucho más distintivo y atractivo. Si la versión de producción llega a Europa con una opción de motor de gasolina, supondría una bienvenida incorporación al mercado de los supermini y atendería a los consumidores que desean más opciones.
El próximo Mazda 2 representa un potencial salvavidas para el mercado de los supermini de gasolina, ofreciendo una alternativa convincente a medida que otros fabricantes se consolidan en torno a los vehículos eléctricos.


































