El mercado de vehículos eléctricos (EV) en Estados Unidos se ve obstaculizado por una marcada falta de opciones asequibles, según el director ejecutivo de Rivian, RJ Scaringe. Si bien los compradores tienen cientos de opciones de autos a gasolina, los vehículos eléctricos atractivos siguen siendo escasos, particularmente a precios convencionales. Este desequilibrio es una razón clave de las bajas tasas de adopción de vehículos eléctricos en los EE. UU., que actualmente ascienden a solo el 8%.
Discrepancia de precios y selección limitada
Nuevos datos de COX Automotive confirman la diferencia de precios: el coche de gasolina nuevo promedio cuesta 49.814 dólares, mientras que el vehículo eléctrico medio cuesta 58.638 dólares. Scaringe sostiene que esta prima, combinada con la variedad limitada, desalienta a muchos compradores potenciales. Señala que mientras los consumidores en Europa y China disfrutan de un mercado competitivo con numerosas opciones de vehículos eléctricos, Estados Unidos ofrece esencialmente “mucho menos de cinco excelentes opciones” cercanas al precio típico de un automóvil nuevo.
Tesla está solo
Actualmente, Tesla parece ser el único fabricante con vehículos eléctricos ampliamente disponibles por menos de 50.000 dólares. El Model Y está disponible por menos de ese precio, y el Model 3 comienza aún más bajo, alrededor de $40,000. Scaringe enfatiza que esto no es una señal de un mercado saludable; más bien, refleja una escasez crítica de alternativas viables. “Si lo considera un consumidor, tiene 300 opciones diferentes de motores de combustión interna a ese precio o menos, y tal vez tenga una opción de vehículo eléctrico muy atractiva”, afirmó en la conferencia Fortune Brainstorm AI.
Contraste global
La situación de Estados Unidos contrasta marcadamente con los mercados de Europa y China. Europa se beneficia de un campo de vehículos eléctricos saturado con fabricantes de automóviles establecidos como Volkswagen, BMW y Mercedes, así como de la creciente competencia de las importaciones chinas. Mientras tanto, China es el panorama de vehículos eléctricos más competitivo a nivel mundial, donde marcas como BYD, Nio, Xpeng, Leapmotor y Xiaomi compiten agresivamente por la participación de mercado.
La producción nacional como solución
Scaringe apoya políticas que fomenten la fabricación nacional de vehículos eléctricos, alineándose con el impulso de la administración Trump para relocalizar la industria. Su argumento es que aumentar la producción en Estados Unidos reducirá los costos y ampliará la gama de modelos de vehículos eléctricos disponibles. El próximo SUV R2 de Rivian, con un precio inicial objetivo de 45.000 dólares, se posiciona como una solución futura a este problema.
La falta de opciones asequibles de vehículos eléctricos en EE. UU. sigue siendo una barrera importante para la adopción masiva. Hasta que más fabricantes ingresen al mercado con precios competitivos, la transición a los vehículos eléctricos probablemente continuará a un ritmo más lento.





















