Si bien los titulares suelen centrarse en los desafíos del mercado de vehículos eléctricos (EV), la innovación continúa a un ritmo constante dentro del campo más amplio de la tecnología de sistemas de propulsión eléctricos. Los fabricantes de automóviles y las empresas de investigación exploran constantemente nuevas formas de mejorar el rendimiento y la eficiencia de las baterías, y un área de desarrollo prometedora reside en el uso de supercondensadores, una tecnología que podría mejorar significativamente los vehículos eléctricos híbridos (HEV).
¿Qué son los supercondensadores y por qué son diferentes?
Los supercondensadores, a diferencia de las baterías tradicionales, almacenan y liberan energía eléctrica mucho más rápido. Esta rápida capacidad de carga y descarga se debe a su diseño fundamental. Mientras que las baterías dependen de reacciones químicas para almacenar energía, los supercondensadores utilizan los principios del almacenamiento electrostático, es decir, acumular carga eléctrica en una superficie.
El avance de Allotrope Energy con Lignavolt
La empresa británica Allotrope Energy cree haber dado un gran paso adelante con su nueva clase de supercondensadores. Estos dispositivos cuentan con una densidad de energía mayor en comparación con las soluciones de batería existentes, lo que significa que pueden almacenar más energía para un tamaño y peso determinados. La clave de este avance reside en un material único llamado Lignavolt.
Lignavolt: Carbono sostenible procedente de la producción de papel
Lignavolt es un material de carbono nanoporoso producido de forma sostenible derivado de la lignina, un subproducto del proceso de producción de papel. En particular, no depende de elementos de tierras raras, una ventaja significativa dadas las preocupaciones sobre los impactos ambientales y geopolíticos del abastecimiento de estos materiales. Este origen sostenible convierte a los supercondensadores compatibles con Lignavolt en un componente potencialmente ecológico.
Ventajas de rendimiento y recolección rápida de energía
Los beneficios de rendimiento son convincentes. Allotrope afirma que sus supercondensadores pueden recolectar toda la energía disponible durante el frenado en solo seis segundos. Para lograr la misma hazaña utilizando un paquete de baterías de iones de litio, estiman que el paquete tendría que tener el tamaño y el peso de un archivador, y costaría casi 2.000 dólares. Por el contrario, el supercondensador Lignavolt pesa sólo 4,0 kilogramos (alrededor de 8,8 libras), es aproximadamente del tamaño de una caja de zapatos y cuesta aproximadamente 100 dólares.
Además, estos supercondensadores presentan ventajas más allá del tamaño y el coste. La temperatura no afecta significativamente su rendimiento, lo que reduce la necesidad de sistemas complejos de calefacción y refrigeración. Y a diferencia de las baterías típicas, no se degradan con el tiempo, lo que mantiene un rendimiento constante durante toda su vida operativa.
Una opción perfecta para vehículos híbridos, no para vehículos eléctricos puros
A pesar de estos beneficios, los supercondensadores no son actualmente adecuados para su uso en vehículos eléctricos puros. Sus rápidas capacidades de carga y descarga los hacen ideales para aplicaciones que requieren ráfagas de potencia, una característica clave de los sistemas de propulsión híbridos. Según Allotrope, un supercondensador Lignavolt relativamente pequeño, de ocho libras, podría potencialmente duplicar la potencia de salida de un SUV familiar típico.
El desarrollo de supercondensadores como la tecnología Lignavolt de Allotrope significa un paso importante hacia la mejora de la eficiencia y el rendimiento de los vehículos eléctricos híbridos.
En conclusión, si bien persisten desafíos en el sector de los vehículos eléctricos, innovaciones como el supercondensador Lignavolt ofrecen una vía prometedora para mejorar la eficiencia y el rendimiento de los vehículos híbridos, lo que podría conducir a soluciones de transporte más sostenibles y potentes.

































