La transición a los vehículos eléctricos (EV) se está acelerando, pero la asequibilidad sigue siendo una barrera importante para un gran segmento del mercado. Si bien los vehículos eléctricos ofrecen ahorros a largo plazo y beneficios ambientales, el mercado usado actual presenta desafíos que los mantienen inaccesibles para algunos compradores. Una mirada reciente a tres casos del mundo real ilustra por qué esto sigue siendo así.
El comprador de vehículos eléctricos: practicidad y ahorro de costes
Una persona optó por un Volkswagen ID.3 usado principalmente para un viaje seguro debido a un nuevo trabajo. La practicidad del ID.3, su bajo mantenimiento (revisión cada dos años) y su carga nocturna económica (8p/kWh o acceso gratuito a través de la familia) lo convirtieron en la elección lógica. Para aquellos con opciones de uso y carga predecibles, los vehículos eléctricos pueden tener un gran sentido financiero.
La resistencia del diésel: viajes largos y opciones limitadas de vehículos eléctricos
Otro comprador eligió un Volvo V40 diésel por 4.000 libras esterlinas, justificando la decisión debido a la conducción poco frecuente y de larga distancia. Las opciones actuales de vehículos eléctricos usados con autonomía y velocidad de carga suficientes para esos viajes siguen siendo caras. Un Vauxhall Corsa-e decente, por ejemplo, costaría alrededor de £9.000 con un kilometraje razonable. Para quienes conducen largas distancias con regularidad, el mercado de vehículos eléctricos usados disponible aún no ofrece alternativas asequibles. La reintroducción del impuesto especial sobre vehículos (VED, por sus siglas en inglés) a £195 al año para los vehículos eléctricos también disminuye la ventaja de costos sobre los vehículos ICE más antiguos.
El regreso al ICE: depreciación y restricciones presupuestarias
Un tercer comprador abandonó un vehículo eléctrico debido a su fuerte depreciación y altos costos financieros. Cambiar un Mazda MX-30 por un Mercedes Clase E Coupé usado financiado con un préstamo bancario redujo significativamente los pagos mensuales. Si bien se deseaba un Honda e, el precio de £ 13,000 resultó prohibitivo. Las opciones de depreciación y financiamiento continúan haciendo que algunos compradores vuelvan a optar por vehículos tradicionales con motor de combustión interna (ICE).
El futuro de los vehículos eléctricos asequibles
La situación mejorará a medida que vehículos eléctricos más nuevos y asequibles entren en el mercado de segunda mano. Modelos como el Renault 5 e incluso opciones aspiracionales como el Porsche Taycan pueden llegar a ser accesibles. Por ahora, la conclusión clave es que elegir el automóvil adecuado depende de las necesidades y el presupuesto individuales. Los vehículos eléctricos no son universalmente superiores y es perfectamente razonable retrasar su adopción hasta que cambie el panorama financiero.


































